Capítulo 173
Capitulo 173
Tina respiro profundamente, pero aún no podía calmar sus emociones. No, todavía estoy muy enojada tre a lavare la cara.
Después de su partida, Natalie se acercó a la barandilla del pasillo, envió un mensaje a Patricia y luego guardando el celular, empezando a reflexionar sobre cómo enfrentar ese evento.
Independientemente de si la diseñadora de MY había plaglado o no, ese incidente ya había tenido un impacto muy negativo en ellos. Si no lo solucionaban correctamente, el entorno de supervivencia de la compañía empeorarfa aún más.
¡Natalie! ¿Qué haces aquí?
En ese momento, una voz aguda sonó desde lejos, interrumpiendo sus pensamientos.
Ella levantó la mirada y vio a Beata y Matilda caminando hacia ella, mientras que esta última llevaba algunas bolsas de compras,
Beata, cuya cara estaba llena de disgusto y descontento, se acercó rápidamente a Natalie y con una risa fría, se burló: -Ayer tu papá te pidió que le echaras porras al Grupo López frente a Leonardo, pero dijiste que estabas ocupada. ¿Qué onda? ¿Cómo es que hoy tienes chance de ir de compras?
Natalie no se inmutó, y su actitud hacia las dos era como si estuviera tratando con extraños.
-Por favor, señora Jiménez, ten en cuenta, que ustedes no han cumplido con su deber de criarme, por eso yo tampoco tengo la obligación de ayudarlos.
Beata la miró con tanto desprecio como si fuera basura.
-Natalie, ¿de dónde sacas el descaro de decir eso? Cuando regresaste a casa a los dieciséis años, ¿acaso no te dimos comida y ropa? Lo que tiene Mati, ¿no lo tienes también? Ahora dices que no te hemos criado, ¿no tienes vergüenza?
Natalie conocía bien a Beata, sabiendo que tenía una personalidad fuerte y que todo lo que ella dijera estaría mal a sus ojos.
Por lo tanto, no se molestó en explicar nada y simplemente respondió con calma: -Digas lo que digas.
Al ver que estaba por marcharse, Beata la detuvo rápidamente y preguntó: -¿Cuándo planeas divorciarte de Leonardo?
Natalie se quedó aturdida por un momento, luego echó un vistazo a Matilda, quien había
estado en silencio todo el tiempo, y alzando las cejas, replicó: -¿Qué? ¿Alguien ya no puede esperar?
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Matilda se puso un poco pálida al oír eso y se mordió el lablo, susurrando: ¿Qué sentido tiene que sigas molestando a Leo…? ¡Por favor, devuélvemelo!
-¿Estoy molestando a Leonardo? ¿Es lo que él te dijo?
–Aunque Leo no me dijo así, cualquier persona con dos dedos de frente podría ver que él no te quiere.
-¿En serio?
Natalie solía creer que Matilda sólo disfrutaba de fingirse inocente, pero ahora se dio cuenta de que también era ciega. Nôvel/Dr(a)ma.Org - Content owner.
Natalie, ¿qué significa esa actitud medio muerta? Te lo advierto, ¡divórciate de Leonardo de inmediato! ¡O si no, no te dejaré en paz!
Natalie la miró con una sonrisa media y preguntó: -¿Quién te crees que eres para darme órdenes? ¿Es que olvidaste que hace poco diste una conferencia de prensa donde cortaste públicamente relaciones conmigo?
Beata no esperaba que ella la refutara con ese asunto, y al instante se puso pálida de la furia.
-¡Tú! ¡Muy bien! Si quieres cortar relaciones, entonces devuélveme todo el dinero que gastado en ti estos años.
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Inicialmente, Natalie quería ignorarla directamente, pero no se imaginaba que fuera tan desvergonzada.
-Entonces, haz que Matilda me devuelva la médula ósea que le doné, y así te devolveré todo el dinero que la familia López ha gastado en mí.
Al escuchar eso, tanto el semblante de Matilda como el de Beata se tornaron extremadamente desagradables.
-¡Matilda es tu hermana! Es natural que le donaras la médula ósea.
Pero tú eres mi madre, ¿también es natural que me criaras, o me equivoco?
-¡Tú…!
Natalie no se molestó en seguir discutiendo con ella, se dio la vuelta y se fue sin más.
Beata, más que furiosa, clavó los ojos en su espalda con una intensidad tal que parecía querer tragarsela viva. ¡Natalie, me pagarás esto!
Matilda rápidamente la apoyó y trató de calmarla: –Mamá, no te rebajes a su nivel. Ella simplemente no está madura.
¡¿A los veintitrés años todavía no está madura?! Tú eres más joven que ella, pero mucho más madura.
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-Mejor no hablemos de esto. Regresemos a casa, ¿sí?
Beata asintió con la cabeza, aunque en su rostro todavía era evidente el enojo.
-Ah, tu papá quiere invitar a Leonardo a cenar para agradecerle por permitir que el Grupo López participe en el proyecto. Tú ve a invitarlo en persona.