Capítulo 209
Capítulo 209
Capitulo 0209
Si no fuera porque el otro era un profesor culto y Ramon habia. reaccionado rapido, sacando su pafiuelo del bolsillo del traje para envolver la caja de medicamentos antes de entregarsela a Marcelo.
los dos hombres podrian haber terminado peleando en la entrada del hotel. Una vez en el coche, Ramon froté su nariz: -;Por qué provocarlo asi? -,Yo provocando? -Morgan jugueteaba con los gemelos azul zafiro de su manga, claramente de buen humor.
-~No lo hiciste? Sabiendo que ella es la novia de alguien, atin asi le pides a él que le lleve... -Ramdén no pudo terminar la frase, preguntandose cémo podia ser tan malicioso.
eflexiono: -zLa odias tanto?
Morgan, apoyando su codo en el reposabrazos, miraba por la ventana, iluminado intermitentemente por las luces de la calle. -4Odiar a quién?
-Ala secretaria Lopez.
Morgan fruncié el cefio, confundido.
Ramon explico: -Sin importar que Marcelo sea su novio o simplemente un amigo o algo mas ambiguo, lo que hiciste podria avergonzar y humillar a la secretaria Lopez. ,No es eso odiarla?
Morgan sonrié levemente: -No la odio. De hecho, sentia por ella un carifio intenso.
Cira, después de organizar el trabajo del dia siguiente, estitia a punto. de revisar su teléfono para ver si su medicamento estaba por llegar cuando sono el timbre.
Era Marcelo.
-Profesor Sanchez, gqué sucede?
En el pasillo del hotel, con luces anaranjadas calidas, Marcelo se veia excepcionalmente suave con su suéter beige.
-Bajé a buscar la medicina de Emilia y me encontré con el repartidor que traia tu medicamento. Decidi traértelo -explico.
Cira se sorprendio y luego sintid un apreton en el corazon.
Marcelo le extendié la bolsa de papel amarilla. Viendo que estaba sellada, Cira se alivid y la tomo: -Gracias, profesor Sanchez. Pero inmediatamente not6 que la bolsa habia sido abierta y luego sellada de nuevo a la ligera.
ara apreto los labios, mirando a Marcelo, segura de que habia visto el contenido.
La expresion de Marcelo seguia siendo amable, solo pregunto: -; Ya Ccenaste?
...Si, pedi al hotel.
Bien, si no hay nada mas, descansa temprano. Hoy el trabajo fue mmas pesado para cumplir con los plazos, debes estar cansada.
CiCira, con emociones encontradas: -TU también, descansa temprano. Molarcelo sonrié y asintio, regresando a su habitacion.
Cici a cerré la puerta, apoyandose contra ella, mirando la caja de merecicamentos en su mano,
fila de cinco coches se nas se dirtolo hacia Aldea de as
a de Almendies
dros
s lugares del proyecto nente donde va se habian
aciones, en Aldea de tas Flores, boceso debido a la
Ideanos, los materiales debes of construccion solo se la entrada del pueblommebio oche, miraba por la ventana.tana
do con globos en la entrada del ou ciel pueblo, con una nida y carteles a los lados: A nuestrquestros lideres y uestro pueblo. staba planeando este puebloqueblo.
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Cire nintio t
No te algas
Emilia, satie
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miedo.
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Zorazon, empe
Emu Emilia, que
ches, et alcalde del pueblo y algunos tovane sovenes so asustada, e al ver al alcalde, reconocié que era ele era el
En En ese mon
postura deOriginal content from NôvelDrama.Org.
os habia bloqueado en el bosque aquella noche noche.
Morgan y a
ell dia, el alcalde no mostraba ninguna senina sefial doorge Morgan mir
inora, liceres, soy el alcalde de Aidea de las de las
ers Morgan no la tomné, diciendo: -Es
JoaquiJoaquin se
nos annos encont
esta a esta aqui.
bomoco, retire su mano con una sonrisa sa:-
ra quero que oreparanios anoche para darles tales la
oche, dite nuo amablemente: -Alcalde, si hoy hoy icion, elico et proximo afio no solo nosotros,
El alcalde rid a carcajadas. -Estamos esperando que los lideres vean lo valioso que es nuestro pueblo. Cira sintid que Marcelo se acercaba y se gird hacia él. El le susurré: — No te alejes mucho de mi hoy.
Emilia, saliendo del coche, se apresur6 a agarrar la mano de Morgan sin disimulo: -Hermano Morgan, hay muchos perros aqui, me dan
miedo.
El alcalde se golpe6 la frente: -Vaya, lo siento, son perros de los aldeanos que deambulan libremente. No quise asustar a nadie, los alejaré ahora mismo.
Los aldeanos intentaron ahuyentar a los perros, pero por alguna razon, empezaron a ladrar furiosamente. Emilia, que inicialmente habia fingido, ahora estaba genuinamente asustada, escondiéndose detras de Morgan.
En ese momento, un largo silbido reson6 y los perros adoptaron una postura de ataque. Los guardaespaldas se apresuraron a proteger a
emas. pasible.
aquin se acercé desde la distancia, desenfadado: -Sefior Vega, nos encontramos de nuevo luego mir6 a Cira: -Vaya, Mila también esta aqui.