Capítulo 233
Capitulo 233
“Ve y delo n Daniel y los demás que la Sita. Jazmin está cansada, necesita descansar Lo de los tratamientos y las disculpas, mejor esperamos a que se despierte, ant que no en queden esperando. En cuanto al abuelo, que alguien to vigile de cerca y me informe bay novedades sobre su estado de salud Según el reloj, ya em hora de la segunda sesión de acupuntura de Héctor, pero Elio no tenía intención de despertar a Jazmin ahora.
Ella se vela consada con mucha sunño.
Necesitaba dormir bien
En cuanto a lo demás, todo podia esperar a que ella se despertam
Después de todo, su abuelo ya habia despertado, y Fabio había dicho que el viejo estaba de muy buen ánimo, así que posponer la acupuntura un dia no debería ser un problema
Fabio se sorprendió, luego miró de nuevo hacia Jazmin, que seguia dormida en los brazos de Elio y bajo la vista para o asombro, respondiéndole respetuosamente Entendido“.
Para no despertar a la Sita Jazmin, Elio incluso estaba dispuesto a retrasar el tratamiento de Héctor
Incluso la llevó en brzos al salir del auto, dejando que la Srta. Jazmin durmiera en su habitación.
Todo este comportamiento inusual…
De repente, una idea cruzó por la mente de Fabio, y se sorprendió de su propio pensamiento.
Senia posible que Elio… tuviera algún interés en la Srta. Jazmin?
Pero si la Srta. Jazmin aún es una niña, ¿cómo podria Ellio estar interesado en una niñia?
¡Debla de estar pensando de más!
ocultar su
-Elio llevó a Jazmin adentro
No muy lejos detras.
Un Rolls–Royce negro se detuvo lentamente.
El conductor se bajo, luego camino hacia el maletero, abrió la puerta y se paró a un lado con respeto. Property © NôvelDrama.Org.
Abelia, que se acababa de bajar del auto, vio justo cuando Elio entraba al cuarto con alguien en brazos.
Abelia abrió los ojos, y exclamó sorprendida mientras se cubría la boca: “Dios mio, Elio tiene a una mujer en brazos! ¿Estoy viendo bien? ¡Loreto, Loreto!”
Abelia vio cómo Elio entraba al cuarto y luego cómo desaparecia de su vista, pero ella aún seguía en shock, sin poder creerlo, mirando fijamente en esa dirección con los ojos casi saliéndose de las órbitas
“Loreto, jacabo de ver a Elio con una mujer en brazos!” Abelia se giro, aún con la cara de shock, “¿Elio tiene novia? gustan las mujeres, no deberia gustarle los chicos guapos?”
“¿A qué vienen esos gritos?” Otra persona se bajo del auto, era un joven de rasgos delicados se quitó uno de los auriculares, y después de bajarse, miro con desden a Abelia, que gritaba a su lado, levantando un poco la visera de su gorra.
a Pero
ro si a él no le
Abelia apenas terminó de hablar cuando sintió un golpe fuerte en la frente, haciéndole arrugar la cara de dolor.
“¡Ay, eso duele! Loreto, ¿por qué te pones tan violento?” Abelia sa cubrió la frente, hinchando las mejillas de indignación mientras miraba fijamente a Loreto.
Loreto, con el rostro impasible y la voz fria, le dijo: “Abelia, parece que ya te cansaste de vivir, hasta te atreves a hablar tonterías sobre mi hermano. Si le cuento a mi hermano lo que acabas de decir, te imaginas cuál será tu destino?”
El rostro de Abelia cambió de inmediato, olvídándose del golpe que le habian dado en la frente, se apresuró a suplicarle con una expresión lastimera: “No, no, no, Loreto, me equivoqué, no es suficiente con que admita mi error? Por favor, no le digas a Elio, ¡si no, estoy acabada!”
Al igual que Loreto, Abelia era como una pequeña princesa para la familia Real, criada en cuna de oro desde pequeña.