Capítulo 39
Capítulo 39
ese conjunto de números aparecía en la pantalla de su teléfono, su corazón empezaba a latir desenfrenadamente. Melody sentía un nudo en la garganta y dudaba si debía contestar o no.
Al final, reuniendo todo su valor, presionó el botón para responder la llamada. En ese momento, la voz fria de Briar atravesó el teléfono, sonando como si la mismísima parca le anunciara una cruda realidad: -Me he llevado a Eric, y desde hoy vivirá en mi casal
Al oir esas palabras, Melody rugió de furia, -¡Briar, quién te dio permiso para llevártelo!-
Briar, sosteniendo el teléfono, se burló con una risa helada, -¿Y por qué no podría llevarme a mi propio hijo?-
-¡También es mi hijo!- Melody gritó con los ojos enrojecidos, -¡Y mi… mi vida!-
-¡Déjame
ame escuchar su voz!- Melody casi se quedaba sin aliento, ¡Haz que Eric hable conmigo!-
Briar no soportaba el tono de voz con que ella hablaba, sintiendo que cada palabra le hacía un nudo en el pecho. Así que pasó el teléfono a Eric, quien obedientemente la saludó, —Mami—
Eric… Melody estaba un tanto desesperada, -¿Fue Briar quien te llevó?-
Eric también estaba triste, pero se contuvo para consolarla, Mami, puedes venir a verme, será como si nunca nos hubiéramos separado-
-¿Así que decidiste irte a su casa para disfrutar de sus riquezas, verdad?-
Los ojos de Eric también se enrojecieron, -No es asi, mami. Solo no quiero ver que te hagan daño…-Text content © NôvelDrama.Org.
Este modo de hablar entre los dos, hacia ver a Briar como si fuera un monstruo que los separó a la
fuerza.
Finalmente, Melody comprendió lo que Eric tenía en mente y lloró por la elección de su hijo, -Es que mami no lo hizo bien, es que no tengo las habilidades para evitar que pases por esto…-
-Mami, no estés triste- La voz de Eric también se quebró, -Puedes venir a la casa a verme, el señor Briar no te ha prohibido la entrada…-
-Entiendo, en cuanto llegues a su casa, mami irá a buscarte- No podía soportar estar separada, sólo podía aceptar la situación.
Melody rápidamente colgó el teléfono y se levantó. Igor observó su delgada figura y le pregunto, ¿A dónde vas?-
Melody, conteniendo las lágrimas, le respondió, A la casa de los Yelamos-
Briar… ¿qué más quieres que haga para que me dejes en paz, para que dejes en paz a mi hijo?
No quiero… no quiero estar atada a ti nunca más.
casa de los Yelamos unos veinte minutos después. Cuando Carlota lo vio de nuevo, lo
ura, -Eric-
có, obediente, y saludó, -Buenas noches, señora-
Sula siendo terco, sin querer cambiar su forma de hablar, como si no quisiera que su último quicio de resistencia desapareciera.
Baba preradi une habillerate y levi a tre hago la puerta dinlendid enda teng chiris soul-
Borite are in Neger
Meloa,