Capítulo 729
Capítulo 729
Capítulo 729
Luego de cenar y pagar la cuenta, Clara se levantó para ir al baño. Tan pronto salió, su teléfono, que había dejado en la mesa, comenzó a vibrar.
Pol se inclinó hacia adelante, bajó la mirada y con un dedo presionó la pantalla del teléfono,
acercándolo frente a sí mismo. De inmediato, su expresión se tornó fría, levantó el teléfono y lo
acercó a su oído.
-Clara, ¿puedes hablar ahora? la voz de Alejandro del otro lado era suave y llena de afecto.
Al no recibir respuesta, Alejandro se volvió aún más ronco y apasionado. Clara, ¿dónde estás
ahora? ¿Puedo verte? ¿Por qué no me hablas?
Pol sonrió con ironía y colgó el teléfono. Sin embargo, apenas pasaron dos segundos antes de que
Alejandro llamara de nuevo.
Pol rio fría y cínicamente, bloqueó ese nombre en su lista negra, luego volvió a colocar el teléfono
en su lugar.
-Has esperado mucho. Vamos- En ese momento, Clara regresó, sus labios suaves recién
retocados con lápiz labial, su piel pálida y perfecta como porcelana.
Pol pasó saliva con dificultad, sonriendo mientras la miraba. -Muy bien.
Clara se sentó en el asiento del copiloto del coche deportivo de Pol, y comenzaron a acelerar hacia
el este.
-¿A dónde vamos? – Preguntó curiosa.
-Estamos llegando-Veinte minutos después, el coche deportivo ingresó al este de la ciudad en un All rights © NôvelDrama.Org.
establo recién construido.
-¿Un establo? – Clara bajó la ventanilla y sus ojos brillaron. ¿Qué estamos haciendo aquí?
-¿Recuerdas cuando éramos niños y vivíamos en Valencia? Solías llevarme a escondidas, al establo de tu casa para jugar y, me hacías alimentar a los caballos contigo-Pol volvió la cabeza
para mirarla, con una sonrisa cálida como el sol de primavera.
-¡Lo recuerdo! Eras muy miedoso, ni siquiera te atrevías a tocar a los caballos-Clara recordó esos
momentos de su infancía con entusiasmo en su voz.
Pol suspiró con cierta resignación y picardía. En realidad, no era que tuviera miedo, sino que era un poco obsesivo con la limpieza y temía ensuciarme.
-Este establo es propiedad de la familia García. Se terminó de construir este otoño y aún no se ha abierto cíicialmente al público-explicó Pol mientras estacionaba el coche y guiaba a Clara hacia
el interior del establo.
-Pido disculpas, ¡pero deténganse! por favor-inesperadamente, justo cuando llegaron a la puerta principal, fueron detenidos por dos guardias de seguridad. -Este lugar aún no está abierto al
público. Los visitantes no pueden entrar. No puede ser.
Clara se sorprendió y miró a Pol, que permanecía imperturbable junto a ella. Siendo ambos
miembros de la familia García, Leonardo y Eduardo eran muy conocidos por todos en la empresa,
pero Pol estaba siendo rechazado, por dos guardias de seguridad. La diferencia de tratamiento era tan evidente que incluso Clara, como extraña en la familia, se sintió indignada, por esta actitud tan
déspota de los guardias.
-Lo siento, Clara-Pol frunció levemente el ceño y dijo con una sonrisa amarga. -Esperaba que nuestra salida juntos fuera más placentera, pero parece que te he hecho pasar un mal rato. No te
preocupes yo entiendo.